“Si
ustedes los jóvenes no asumen la dirección de su propio
país nadie va a venir a salvárselo… ¡Nadie!”
Jaime Garzón
país nadie va a venir a salvárselo… ¡Nadie!”
Jaime Garzón
La necesidad de que los
jóvenes participemos en la política, no es simplemente porque seamos el futuro
de la sociedad, es porque tenemos una forma diferente de ver la vida, unos
ideales que nos alejan cada vez más de lo establecido, y eso implica que debemos
luchar por alcanzar los cambios que necesitamos para el progreso.
Es importante aclarar que la
participación política no implica,
necesariamente, unirse a un partido político, tampoco es indispensable hacer
parte de una organización, grupo de
jóvenes o un movimiento estudiantil; participar en la política inicia desde
algo tan fundamental como lo es el voto, pero debe ser un voto informado, pensado
y evaluado a partir de diversos factores, sin embargo, no debemos conformarnos
con votar, también debemos hacer constante veeduría a la gestión de las
personas que sean elegidas, esto significaría un gran paso para construir una
sociedad realmente democrática.
Históricamente, los jóvenes
hemos sido sujetos propositivos y transformadores en busca del bien común. En
el caso de Colombia, los grupos de jóvenes y movimientos estudiantiles tuvieron
un rol fundamental en el proceso de la Constituyente, a través de ‘la séptima
papeleta’ lograron que la sociedad colombiana se encaminara a la Constitución
de 1991, la cual fue para muchos una apertura al cambio. Como este, existen
incontables casos en los que la participación juvenil en asuntos políticos ha
sido un aporte para las transformaciones sociales que hoy estamos viviendo.
Esta es una invitación a
involucrarnos un poco más en las discusiones en torno a la política, y no
olvidar ese rol fundamental de juventud innovadora, participativa y propositiva,
dispuesta a seguir contribuyendo a la construcción de sociedad.
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